Categoría: Sant’Egidio-Glocal
Con el lema “Global Friendship for a Future of Peace”, más de mil jóvenes provenientes de 13 países europeos se reúnen del 25 al 27 de agosto en las ciudades italianas de Padua y Venecia para el encuentro internacional de Jóvenes por la paz, el movimiento vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio que ayuda cotidianamente a los niños de familias en necesidad, personas sin hogar y ancianos solos.
La Comunidad de Sant’Egidio se une con afecto a las felicitaciones que están llegando desde todo el mundo al Papa Francisco por el décimo aniversario de su pontificado, una década en la que nos ha invitado a mirar al mundo a partir de las periferias, recordándonos que «nadie se salva solo».
Se cumplen 55 años desde que un grupo de jóvenes de instituto soñaron con cambiar el mundo a partir del Evangelio y los pobres. Nuestro aniversario no es una mirada al pasado, sino una visión de futuro: un mundo de paz, fraternidad, acogida y humanidad. Cada uno de nosotros puede sembrar la semilla que lo haga realidad allí donde se encuentra.
El presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo hace un llamado urgente para que se permita el desembarco inmediato de refugiados que han sido rescatados por embarcaciones humanitarias. La situación dentro de las embarcaciones es crítica, mientras empeoran las condiciones meteorológicas.
La 36ª edición del Encuentro Internacional de Diálogo y Oración por la Paz culminó este martes 25 de octubre con una solemne e inspiradora ceremonia, que elevó al cielo “El Grito de la Paz” desde las diferentes confesiones religiosas y congregó a personalidades de la política mundial, académicos, humanistas y representantes de la sociedad civil en un momento de extrema tensión bélica y amenaza nuclear.
El acuerdo que hace 30 años puso fin a la guerra en Mozambique y la resolución del golpe de Estado en Brukina Faso, son solo dos ejemplos del papel clave que juega la Comunidad de Sant’Egidio y la Iglesia local en la estabilidad y la paz en el continente africano. Artículo publicado en Semanario Alfa y Omega