Día Mundial contra la Pena de Muerte: crece el compromiso de la sociedad civil para su eliminación
En el Día Mundial contra la Pena de Muerte, aumentan las visitas a los corredores de la muerte en diferentes continentes y el compromiso de la sociedad civil para su eliminación.
Frente a quienes quieren mantener y en algunos casos, incluso, reintroducir la pena de muerte, es necesario avivar el compromiso de humanidad y de derecho a la vida, a todos los niveles de la sociedad, de las instituciones y de los gobiernos, un compromiso que ha permitido importantes avances en el camino de la abolición total de la pena de muerte.
Señales alentadoras vienen de California, que ha suspendido todas las ejecuciones y desmantelado el corredor de la muerte local. Asimismo, la Iglesia estadounidense también se ha movilizado en favor de la campaña abolicionista.
En este momento, una delegación de Sant’Egidio se encuentra en Washington para trazar, junto con otras organizaciones, posibles caminos para la abolición de la pena de muerte en diferentes estados de EEUU, en los cuales la pena capital aún está en vigor. Es también alentadora la decisión del Tribunal Constitucional de Bosnia de pedir a la República Srpska que elimine de su legislación toda referencia a la pena de muerte.
De igual forma, en los últimos meses se visibiliza el creciente interés de la sociedad civil por la abolición de la pena de muerte, con un millar de personas que han acudido a Sant’Egidio sólo desde principios de año para solicitar la posibilidad de mantener correspondencia con una persona condenada a muerte. Además, miles de ciudadanos, en Europa y en todo el mundo, se han movilizado en defensa de la vida de algunos condenados, firmando llamamientos para detener determinadas ejecuciones.
Este mismo año, dos historias confirman que muchas voces unidas, pueden derrotar la pena de muerte. La primera es la de Dexter Johnson, condenado a muerte en Texas. Miles de llamamientos provenientes de todo el mundo llegaron en su favor. La ejecución fue suspendida dos veces en cuatro meses. Su vida todavía corre peligro, pero hay motivos de esperanza. Al recibir la noticia de la suspensión de su muerte, Dexter escribió a Federica, su amiga de Sant’Egidio, con quien se escribe desde 2008:
«Quiero darte las gracias a ti y a todos los que se han acordado de mí en sus oraciones. Para mí eso significa mucho: saber que muchas personas, de muchas maneras, se han preocupado por mí. Sinceramente, eso reconforta mi corazón. Este mes rezo para que esta carta mía no sea la última. Yo creo que Dios ha intervenido y me ha permitido vivir, por eso estoy tan contento, porque podré continuar escribiéndote los próximos meses, y podré continuar dándote buenas noticias».
La segunda historia es la de Randy Halprin, cuya ejecución estaba fijada precisamente para hoy 10 de octubre, Día Mundial contra la pena de muerte. Gracias al compromiso de muchos, el 4 de octubre el Tribunal de Apelación de Texas decidió suspender la ejecución de la condena a causa de la discriminación étnico-religiosa sufrida por Randy Halprin, de origen judío.
Alessia y Arturo, una pareja que gracias a la Comunidad empezó a escribirse con Halprin, describen así su relación:
Randy nos abrió su corazón y empezamos a conocerlo como persona y en aquel preciso momento supimos que nunca lo abandonaríamos…».
Y realmente no solo no lo han abandonado, sino que han logrado que muchas personas más conozcan a Randy.
Estas y otras historias, junto al compromiso de la sociedad civil demuestran que el camino hacia la abolición de la pena de muerte es largo, pero no imposible, porque cada día que pasa, cada ejecución que se detiene, cada carta con un condenado a muerte es un paso adelante para la eliminación de la pena capital.
- Así puedes empezar correspondencia con un condenado a muerte
- Aquí puedes sucribirte a los llamamientos urgentes
