En un día en que el Papa Francisco nos invitaba a un «nosotros cada vez más grande», la Comunidad de Sant’Egidio recordó a los cerca de 5 mil migrantes y refugiados que han muerto en el último año intentando llegar a Europa a través del Mediterráneo, el Atlántico y de las diferentes rutas terrestres y desiertos en las que su esperanza quedó sepultada.
Miles de jóvenes de 70 ciudades y 16 países se reunieron en una asamblea sin fronteras en el 20º aniversario del 11-S para decir “NO al terrorismo, NO a la violencia y SÍ a la amistad global y a la paz.
«Hace falta construir una Europa de la esperanza y de la acogida y no de los muros y del miedo». Con estas palabras, la responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, Tíscar Espigares explica en El Espejo de la Cadena Cope el trabajo de Sant’Egidio con los migrantes y refugiados, personas sin hogar, ancianos, niños de los barrios periféricos y todos los que necesitan una mano amiga en tiempos de dificultad.
Momentos inolvidables de convivencia, amistad y fraternidad con amigos de la calle, ancianos y amigos que acompañamo no solo en las dificultades de la vida, sino también en los momentos de cultura y esparcimiento que todos nos merecemos.
A la luz de la última encíclica del Papa «Fratelli Tutti» y con el espíritu de Pentecostés, el pueblo de Sant’Egidio se atreve a soñar con un futuro de hermanos, en el que vivamos una verdadera fraternidad universal, que a pesar de nuestra diversidad hable a todos con el lenguaje común del Espíritu, respondiendo a las preguntas más profundas de cada uno de nosotros.
El próximo sábado 12 de junio a las 18h reflexionamos sobre cómo construir juntos una sociedad, una comunidad y una ciudad de «Hermanos Todos» (Fratelli Tutti), a partir del Evangelio y la amistad con los pobres.
