Entrega de los diplomas de formación profesional en la cárcel de Lichinga, en Mozambique 16 de febrero de 2011

Aprender un oficio, para tener un futuro después de la cárcel.

Este es el sueño de muchos prisioneros, también en África. Y también es la preocupación que ha llevado a la Comunidad de Sant’Egidio ha realizar, en algunas cárceles mozambiqueñas, varios cursos de formación profesional.

La experiencia de estos años ha demostrado ampliamente que ésta es la vía para evitar la reincidencia en prisioneros que, en la mayoría de ocasiones, lo son a causa de la pobreza.

La ceremonia que tuvo lugar en Lichinga, en la cárcel civil, el pasado 10 de febrero, puso de manifiesto justamente este hecho: 60 prisioneros, entre hombres y mujeres, que durante el año 2010 participaron en los cursos de formación de la Comunidad de Sant’Egidio, recibieron los diplomas de carpintería, plancha, horno, alfarería y artesanía.

Un momento festivo, en el que participaron los 400 prisioneros actuales de la cárcel de Lichinga, con la directora y todo el personal de la prisión, junto a una delegación de la Comunidad de Mozambique, Italia y Alemania.

Los cursos de formación profesional, representan una esperanza para todos los prisioneros y ayudan a los trabajadores de la cárcel a no ser sólo instrumentos de una acción punitiva, sino partícipes de un proyecto para una rehabilitación verdadera.

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