Una nueva escuela para los niños refugiados de Sudán del Sur

La escuela primaria del campo de refugiados de Nyumanzi (Norte de Uganda) ha llegado a los mil alumnos. Dentro de quince días se entregarán las primeras cuatro aulas de ladrillos y el almacén para el material escolar; también terminará el cercado alrededor de la escuela.
Los niños que desde hace un año van a la escuela están orgullosos de asistir regularmente a clase y con los maestros querían que la entrada de la escuela fuera fácilmente reconocible con un nombre y una referencia a la Comunidad de Sant’Egidio y a la Diócesis de Arua, que han hecho posible su existencia. Finalmente llegó el letrero, todavía provisional, y todos se apresuraron a mirarlo, a intentar leerlo en voz alta, y por último, a hacerse fotografías bajo el cartel.

Hace un año (abril de 2014), gracias a la colecta de Pascua, nacía la escuela elemental que quería la Comunidad y dos obispos de Uganda del Norte: el arzobispo John Baptist Odama de Gulu y monseñor Sabino Odoki de Arua. A partir de diciembre de 2013 empezaron a llegar miles de refugiados a la zona de Adjumani/Nyumanzi a causa de la guerra civil que estalló en el cercano Sudán del Sur. En particular, según algunos datos del ACNUR, se alojaron más de 30 000 personas y al menos el 30% de ellas tiene edad de ir a la «Primary school» (el equivalente de la escuela primaria y secundaria).

La nuestra es la única escuela de la zona reconocida a nivel gubernamental (octubre de 2014) y por eso puede emitir un diploma válido en Uganda, y que los estudiantes podrán utilizar también en Sudán del Sur. El diploma es algo especialmente valioso y está atrayendo a nuestra escuela a algunos estudiantes ugandeses que piden matricularse.
Más en general, la escuela está devolviendo la esperanza en el futuro a muchos niños que abandonaron un país marcado pro la violencia y con la esperanza crecen las ganas de estudiar. Además, entre los más de 1000 niños y los 17 maestros (pronto serán 24) existe la convicción de que la escuela tiene una especial protección de Dios.

Durante la época de las lluvias –nos dijeron– a menudo durante el día el cielo está gris y amenazador pero el agua no llega hasta la tarde o la noche. Eso permite que los niños vayan al colegio y sigan las clases que todavía se hacen bajo un gran árbol.
La Comunidad de Sant’Egidio y la diócesis de Arua están organizando varias formas de presencia religiosa en la zona de la escuela. En particular, la Comunidad de Sant’Egidio de Adjumani junto a algunos maestros harán el próximo 19 de abril una oración de acción de gracias dentro de una de las nuevas aulas, a la que serán invitadas las personas del campo de Nyumanzi.

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