COMUNICADO | Condenamos la tragedia de Melilla y pedimos una mirada más humana de la migración

Más de una veintena de personas han perdido la vida y varios cientos han resultado heridos en la parte marroquí de la Valla de Melilla por el único crimen de anhelar una vida mejor en Europa. Han muerto de esperanza, han sido golpeados, hacinados y maltratados por el sueño de encontrar en España un destino que les aleje de la guerra, la pobreza, los efectos del cambio climático o el hambre. ¿Merece ese anhelo semejante irrespeto a la dignidad humana?

Lo sucedido en Nador, Marruecos, ante la pasividad de las autoridades españolas, es consecuencia de una mirada ensimismada y centrada en un concepto de seguridad fronteriza que criminaliza la migración y no atiende a sus causas profundas. No son invasores, no son enemigos, no son criminales. Son hermanos y hermanas que buscan lo que cualquiera buscaría en una situación similar: vivir dignamente, trabajar y desarrollar todo nuestro potencial como seres humanos.

Por tanto, pedimos a las autoridades que se proteja la vida e integridad de los refugiados y que posibiliten mecanismos que garanticen una migración legal, segura y ordenada, como son los Corredores Humanitarios que se han abierto desde hace años en varios países europeos.

Tanto España, como la Unión Europea deben trabajar más seriamente en planes de acogida e integración con respeto a los derechos humanos y que permitan construir un futuro para tantos hombres y mujeres que huyen de situaciones extremas en sus países de origen. 

Asimismo, instamos a un impulso más decidido a la cooperación al desarrollo con los países que sufren guerras (la madre de todas las pobrezas), sequías o desastres naturales por efecto del cambio climático, que permita abordar y mitigar las causas profundas de la migración, entendiendo que no hay mayor “efecto llamada” que la guerra y la pobreza.

La experiencia de la Comunidad de Sant’Egidio, que desde más de 50 años vive una solidaridad concreta con los países y poblaciones más vulnerables, nos permite afirmar que es posible una mirada más humana de los problemas de nuestro mundo.

Desde febrero de 2016, los corredores humanitarios que impulsa Sant’Egidio han permitido que más de 4.000 personas hayan llegado de forma segura a Italia, Francia, Bélgica y Andorra procedentes de campos de refugiados de Líbano, Etiopía, Libia, Lesbos y Afganistán.

Estos nuevos europeos que han podido empezar una nueva vida en los países de acogida, han tenido una oportunidad que miles no tienen en las fronteras físicas y mentales que separan la parte privilegiada del mundo de la gran mayoría que sufre pobreza, exclusión y violencia. Esta experiencia demuestra que la migración segura, ordenada y legal favorece tanto a quienes salen de sus países como a las sociedades de acogida.

Por todo ello, pedimos una nueva mirada de la migración con respeto a los derechos humanos y a la dignidad de cada persona, así como respuestas creativas y valientes para que los anhelos de una vida mejor no sigan llevando a miles de personas a morir de esperanza.

Con estas muertes y heridas en nuestro corazón y para pedir por una mirada más humana hacia los migrantes y refugiados, invitamos a una Oración este miércoles 29 de junio en la Iglesia Nta. Señora de las Maravillas (C/ Dos de Mayo, 11)

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