Andrea Riccardi: «Hay una oportunidad de renacimiento de la Iglesia y de la sociedad»

Para el historiador y fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi, el incendio en la catedral de Notre Dame fue una profecía de tal valor simbólico que le motivó a escribir su más reciente libro «La Iglesia arde. La crisis del cristianismo hoy: entre la agonía y el resurgimiento», presentado ayer en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas junto al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles y la responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, Tíscar Espigares.

«Un fuego consume a la Iglesia. Estamos ante una Iglesia cansada en una Europa cansada», un cansancio que, según afirma Riccardi, se pone de manifiesto en actitudes egocéntricas y victimistas y en políticas populistas. En una sociedad llena de histerismo y de odio «¿dónde está el nosotros? ¿Dónde está el entusiasmo que etimológicamente significa Dios en nosotros?», se preguntó durante el coloquio que enmarcó la presentación de su obra.

Pese a ese panorama difícil, Riccardi está convencido de que «existe un espacio de renacimiento de la Iglesia y mejora de la sociedad». «Nuestra aventura como Iglesia y como Europa no ha terminado. Debemos recuperar el entusiasmo y renacer a a partir de un cristianismo que se hace vida».

Osoro: «Una Iglesia que arde debe ponerse en marcha»

Durante la presentación, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro reconoció que la «descristianización es un hecho». «Que un 43% de la población española no vaya nunca a misa es algo que nos debe interpelar.»

Por eso, según el cardenal Osoro, una Iglesia que arde debe ser también una Iglesia que se pone en marcha, que da testimonio por su forma de ser y estar en el mundo. «Hacen falta propuestas y entusiasmo, y en la Iglesia tenemos la hondura suficiente como para entregar y ofrecer entusiasmo en un momento que mucha gente busca un sentido».

«No podemos hacer de la Iglesia una patrimonialización cultural (…) La gente observa una catedral, pero ¿ve a la Iglesia caminando, anunciando entusiasmada el Evangelio?», se preguntó el cardenal de Madrid, quien conectó la obra de Riccardi con la exhortación apostólica del Papa Francisco en Evangelii gaudium .

Robles: «Le pido a la Iglesia que sea valiente»

Por su parte, la ministra de Defensa Margarita Robles empezó su intervención valorando el trabajo de la Comunidad de Sant’Egidio y su «comprimiso social desde las creencias religiosas». Recordó que en uno de sus viajes a Roma escuchó a un grupo de personas que decían «no tenemos miedo». Esas personas eran de la Comunidad de Sant’Egidio.

«Quienes creemos en un mundo mejor y más justo, tenemos la obligación de ponernos en marcha, implicarnos, salir compartir y trabajar por un mundo más humano», destacó.

Robles pidó a la Iglesia que «sea valiente», que se implique y que no tenga miedo a preguntarse ¿la Iglesia como institución se ha convertido en un punto de referencia donde las personas encuentran cobijo, ilusión, impulso? Sinceramente, afirma la ministra «yo creo que no».

Cada vez que el Papa Francisco lanza un mensaje innovador hay fuerzas que se resisten, que intentan frenarle. «A veces tenemos una Iglesia tan conservadora que se resiste a la transformación», reclamó.

Espigares: «No se trata de números, sino de no caer en la irrelevancia«

Según Espigares, las grandes preguntas que atraviesan las páginas del libro de Riccardi son ¿Cuál es el futuro de la Iglesia? ¿Muere el cristianismo de masas y vamos hacia un cristianismo de minorías? Espigares está convencida que lo importante no es si somos muchos o pocos, sino si somos relevantes o no como cristianos.

El de Riccardi, continúa Espigares, «es un libro muy valiente, que no elude los problemas pero mira con esperanza, siempre a la luz del Evangelio». «Este libro surge de la experiencia de que hay una gracia escondida en la oscuridad».

Según Espigares, «vivimos en un mundo quizá menos cristiano, pero que tampoco es anticristiano […] porque hay un humanismo de trasfondo cristiano en los hombres y mujeres que no están en la Iglesia, pero con los que la Iglesia está llamada a dialogar».

Tanto la Iglesia ante la «descristianización», como la sociedad misma ante todo lo que estamos viviendo, «no tenemos más camino que vivir esta crisis de forma evangélica», concluyó.

En la presentación también estuvo presente María Manuela dos Santos Lucas, embajadora en España de Mozambique, un país que fue una de las más exitosas experiencias de mediación de paz de la Comunidad de Sant’Egidio hace tres décadas.

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