Una gran mesa de Navidad llevó alegría, luz y paz a cerca de mil personas en Madrid
Este 25 de diciembre, quienes participaron en las Comidas de Navidad de la Comunidad de Sant’Egidio recibieron tres dones: alegría, luz y paz. Para quien vive en la calle, para quien estaba solo, para quien pensaba que no le importaba a nadie, para quien acababa de llegar a España y no tenía con quién celebrar, para los niños y sus familias que no llegan a fin de mes… para todos ellos, la Navidad trajo una buena noticia: el mal no tiene la última palabra.
En esa gran mesa sin fronteras, el cristiano se sentó junto al musulmán; los nuevos europeos compartieron mesa con españoles, latinoamericanos y personas venidas de lejos; quienes viven en la calle encontraron cobijo, una comida caliente y una mesa preparada con cuidado y calor de familia; y los ancianos que llegaban desde residencias volvieron a sentirse niños. Fue la imagen viva de la profecía de un mundo fraterno, con todos los pueblos sentados a la misma mesa, donde todos se sintieron queridos.
Con lágrimas en los ojos, Laura, llegada desde la India, se despedía con estas palabras:
“Aquí nos sentimos en familia, no como simples invitados, sino como personas amadas. Hoy hemos recibido tanto cariño, tantas atenciones, que no tengo palabras para expresar lo feliz que me habéis hecho”.
Jonathan, que participaba por primera vez, compartió su emoción:
“Es mi primer año y no me puedo sentir más ilusionado y feliz de pertenecer a esta familia. No tengo más que palabras bellas para vosotros”.
La jornada comenzó con una liturgia de Navidad en la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, donde se reunieron quienes colaboraron en las comidas y muchos de los amigos con los que la Comunidad comparte la vida y el servicio durante todo el año. Javier Cuevas, que presidió la Eucaristía, exhortó en su homilía a dejarnos iluminar por la luz serena de la Navidad, promesa de que Dios siempre está con nosotros, y una invitación a reconocer su presencia en los más frágiles y en los gestos sencillos de fraternidad.
“Estamos llamados a anunciar y a hacer realidad el Reino de Dios en la tierra. La Navidad es esa luz que ilumina a todas las personas y nos acompaña en todos los momentos de nuestra vida, incluso en aquellos en los que solo vemos oscuridad”.
Este año, además, la colecta de Navidad se destinó a sostener el trabajo de la Comunidad de Sant’Egidio en Ucrania, un país martirizado por casi cuatro años de guerra, destrucción y sufrimiento. Allí, Sant’Egidio sigue resistiendo a la guerra, acompañando a quienes padecen la escasez, el miedo y las heridas del conflicto. Por Ucrania y por todos los países golpeados por la violencia, se elevó una oración insistente por el don de una paz.
Tras la Eucaristía, la fiesta continuó alrededor de la mesa en cuatro espacios distintos del centro de Madrid, entre ellos la Casa Fratelli Tutti y la propia Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas, que se transformó en comedor. Familias y niños de las Escuelas de la Paz, alumnos de la Escuela de Lengua y Cultura, personas sin hogar y ancianos que viven solos compartieron el banquete navideño en un clima de cercanía, cuidado y amistad.
Estas comidas fueron posibles gracias a una gran cadena de solidaridad que comenzó semanas antes: personas que cocinaron, prepararon los entrantes, envolvieron regalos, hicieron una a una las decoraciones de las mesas, organizaron los dulces y colaboraron con donaciones económicas y materiales. Gracias a la suma de tantos pequeños y grandes gestos, la Navidad volvió a hacerse concreta en Madrid como una experiencia vivida de fraternidad y esperanza.
El próximo domingo 11 de enero, a las 17:30 en la Iglesia Ntra. Señora de las Maravillas, la Comunidad volverá a encontrarse en la Iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas para compartir las imágenes y los vídeos de las cuatro comidas de Madrid y de las cientos de comidas celebradas en más de 70 países del mundo donde Sant’Egidio está presente. Será un momento para revivir la Navidad y preguntarnos qué nos dice hoy esta gran mesa de Navidad para nuestras vidas y para el mundo.
Hasta que nos volvamos a encontrar, os dejamos las primeras imágenes de esta Navidad de la Esperanza 2025. Click sobre la imagen para acceder a toda la galería.
