Una excursión de familia y amistad a El Paular y Rascafría en el verano Sant’Egidio
El verano de la Comunidad de Sant’Egidio es también un tiempo para disfrutar momentos de diversión y alegría con quienes compartimos nuestra vida, la oración y el servicio. Esta semana organizamos una excursión a El Paular y Rascafría junto a personas sin hogar, familias en dificultad y alumnos de la Escuela de Lengua y Cultura. En medio de las dificultades cotidianas, esta jornada fue una oportunidad para disfrutar de la naturaleza, cultivar la amistad y experimentar que el cariño y la fraternidad crean memorias inolvidables.
La visita comenzó en el Monasterio de Santa María de El Paular, una joya del siglo XIV que en su día fue uno de los centros monásticos más importantes de Castilla. El recorrido continuó por el emblemático Puente del Perdón, cargado de historia y leyendas, hasta llegar a la Iglesia de San Andrés Apóstol, donde apreciamos su retablo mayor que testimonia la riqueza artística y espiritual de la Sierra de Guadarrama.
Después de un paseo por la naturaleza, compartimos un picnic en las inmediaciones de Las Presillas, un conjunto de piscinas naturales a los pies del macizo de Peñalara. Las risas, el descanso bajo los árboles, e incluso algún baño en sus frías aguas, hicieron de este día una experiencia inolvidable. “La alegría de este día me acompañará todo el año”, decía emocionada una de las participantes, reflejando el sentir común de todo el grupo.
En un mundo a menudo marcado por la dureza de la vida, compartir también los buenos momentos es una forma de resistencia y de renovación del corazón. En esta excursión se vivió algo más que un viaje: se respiró el espíritu de familia, amistad y cariño que nos une y da sentido a nuestra comunidad. Porque la fraternidad y la amistad sanan y salvan.
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